Este barrio, tan chino como se puede esperar, es digno de conocerse junto a una escort vip de Belgrano. Y tiene una oferta gastronómica capaz de satisfacer a todos los amantes de los sabores exóticos.
Belgrano es un tranquilo barrio residencial, con distinguidas mansiones y elegantes edificios. En medio de él se encuentra este pequeño “sub barrio”, que evoca a los suburbios de la capital de Taiwán. O a las ciudades de China continental.
Adopta su personalidad marcadamente oriental a partir de 1980. Llegó una importante oleada inmigratoria, y se arraigaron muchas familias asiáticas, principalmente provenientes de Taiwán. Estos nuevos vecinos chinos, japoneses y taiwaneses modificaron la fisonomía del plácido y amable barrio. Abrieron muchos restaurantes de cocina asiática, y comercios con locales a la calle de todo tipo. Y también uno de los primeros templos budistas de la ciudad: se llama “Chong Kuan”. Fue inaugurado en 1988, sobre la calle Montañeses.
Una entrada majestuosa
En la intersección de las calles Juramento y Arribeños, tan cerca de la línea de subterráneos D como del Ferrocarril Belgrano, está el mejor punto de ingreso posible a este segmento barrial. Es un imponente arco elaborado en cemento y piedra, traído desarmado desde China, y ensamblado en el acceso a la calle peatonalizada. Tiene 11 metros de altura, con tres niveles de tejas y los extremos adornados con los omnipresentes dragones. Son una marca recurrente en todo lo que se ve por allí. Cada una de sus columnas termina con un león de piedra tallado en la base.
Pasando ese majestuoso arco que te da la bienvenida, vas a ver a ambos lados de la calle las tiendas y supermercados con productos típicos orientales. Son la característica más saliente del mini barrio. Hay alimentos importados del más lejano oriente, objetos de decoración, ropa, etc. Y no faltan locales de manga y anime, las historietas y dibujos animados japoneses, con miles de adeptos entre nosotros.
Qué comer en el barrio chino con tu escort Vip
En esta verdadera recreación a escala de una ciudad oriental, la comida de esas lejanas latitudes es la estrella más brillante.
Los ravioles de cerdo están entre lo más recomendable. También el pato en distintas variantes (en guiso, ahumado, salteado, frito o con ananá, etc.). Es toda una gran experiencia de sabor. Igualmente, se luce el pollo a los tres aromas (ajo, jengibre y albahaca) o con salsa de ostras. Para beber, nada mejor que los jugos naturales de mango, maracuyá y arándanos. O tés saborizados.
Impactan las albóndigas de cerdo agridulce y la ensalada de bambú, cilantro y verdeo. No se queda atrás la “carne chin chan”, cortada en tiritas, con una salsa dulce. Se sirve con una masa parecida a la de los tacos. Y tenemos al “pollo kon pau”, preparado con ajíes diversos y maní.
Si estás en Buenos Aires entre fines de enero y principios de febrero, podrás asistir a las famosas y coloridas celebraciones del tradicional “Año Nuevo chino”. Disfrutarás de esta fiesta popular con muchos espectáculos musicales y una gran feria con puestos de comida, artesanías, souvenirs a precios muy atrayentes.