En Alemania no tienen la suerte de conocer a las mejores escorts de Belgrano. Igualmente, saben como proceder para hacer dinero con el sexo.
Allí la prostitución está legalizada. Alemania la despenalizó en 2002. Y de ahí surge una verdadera industria, que se estima que mueve unos 22.000 millones de dólares por año.
Por eso hay establecimientos que difícilmente podrían encontrarse en otras latitudes. Las feministas locales despotrican porque dicen que el país es “el prostíbulo de Europa”, y piden cambiar la legislación. Pero los ingresos que genera el trabajo sexual hace que esto sea, cuando menos, complicado.
Porque, entre otras cosas, al ser la prostitución legal, el Estado también recauda lo suyo. Y si cambiaran las leyes al respecto, muchos políticos estarían borrando con el codo lo que votaron levantando la mano. Eso siempre tiene un “costo político”, como dicen ellos, y lo evitan a toda costa.
Bien organizados, como buenos alemanes
Holger Rettig se llama el Presidente de la “Asociación de Empresarios del Sector Erótico de Alemania” (UEGD, que engloba unas 200 empresas del rubro).
Dice que la prostitución “es un bien de consumo como como cualquier otro, y aquí el mercado opera con total normalidad”. Explica que con la legalización de 2002, la demanda se disparó y miles de mujeres se incorporaron a ese mercado alemán del sexo. Y especialmente luego de la inclusión de los países de la ex órbita soviética a la Unión Europea, en 2004.
Esa sería la “patronal”. Su contraparte es la “Asociación de Profesionales de Servicios Eróticos y Sexuales” (BESD). Y por supuesto, defiende la liberalización, afirmando que ha aportado certidumbre legal y transparencia a una “profesión” siempre acechada por el delito y lo escabroso. Las trabajadoras del sexo en Alemania ahora pueden hacer aportes para tener una jubilación y un seguro de salud, ponderan. Dos décadas después, estamos hablando de una industria muy desarrollada y organizada.
No obstante, los detractores de la legalización siguen su lucha de 20 años. Alegan que no ha disminuido la prostitución ilegal, ni la evasión impositiva, ni la trata de personas.
Mayormente, hacen campañas para que Alemania adopte el modelo sueco: La oferta sexual no está penada, pero sí la demanda. Es decir, que las prostitutas no serán castigadas, pero el cliente será fuertemente multado. No es un tema cerrado, precisamente.
Cerveza, salchichas y sexo (pero nada que ver con las mejores escorts de Belgrano)
Un verdadero invento alemán: la tarifa plana en los prostíbulos. Sí: el cliente paga, digamos, entre 70 y 140 Euros (eso varía según el establecimiento). Y entonces puede tener tanto sexo como el cuerpo se lo permita, y con distintas mujeres. También tomar cerveza y comer una salchicha (alemana, obviamente). Esta modalidad fue prohibida en 2017, pero de ninguna manera ha desaparecido.
Esto rige en lugares como el “Paradise” de Stuttgart. Es un mega burdel construido a un costo de 8 millones de dólares, inaugurado en 2008. Tiene un restaurante, una sala de cine, un spa y 31 habitaciones privadas para los cientos de clientes masculinos que van cada día.
A este y a otros establecimientos similares llegan incluso autobuses de larga distancia llenos de turistas extranjeros. Vienen de países limítrofes y menos permisivos con la industria del sexo.
En resumen, la prostitución en Alemania ha llegado a una dimensión “industrial”, que no se encuentra en otros países.